
. Todavía reciben salarios más bajos, y tienen menos representación en las empresas, la política y los procesos de toma de decisiones. Sus oportunidades de vida continúan siendo mucho menos prometedoras que las de los hombres; la diferencia es apabullante.
Esta desigualdad nos perjudica a todos.
Además, si se pudieran retrasar los matrimonios prematuros en el mundo en desarrollo tan solo unos pocos años, para 2030 se añadirían más de USD 500 000 millones a la producción económica anual del mundo.Pero estamos ante un problema que va más allá de los ingresos que se dejan de percibir. Para muchas mujeres y niñas de países pobres, la vida se termina antes de florecer.
Este mes morirán 450 000 niños menores de 5 años. El presente año, las oportunidades de educación y de empleo de 151 millones de niños se verán limitadas debido al retraso en el crecimiento. De continuar las tendencias actuales, otros 150 millones de niñas estarán casadas de aquí a 2030.
Claramente, debemos acelerar los avances para que ninguna mujer o niña quede relegada.